Caja de Servicios Sociales y Promedic Hogar: Contratación millonaria y pésimas prestaciones

"Brindamos una respuesta concreta a las necesidades de atención de la salud de las personas. Una alternativa asistencial pensando en la salud desde un punto de vista integral, ligado a valores como la convivencia familiar, entorno, afecto y responsabilidad participativa y conjunta no exclusivamente médica. Con más de 20 años de experiencia en el cuidado de la salud, PROMEDIC HOGAR nace en 2011 para satisfacer necesidades de internación domiciliaria." 

Esto reza, a modo de introducción, en el inicio de la página web de la empresa dando detalles de los alcances del servicio que ofrecen a través de sus prestaciones. Dice además contar con médicos coordinadores, médicos de cabecera, enfermeros especializados, rehabilitación integral, especialistas, trabajadores sociales. Una presentación que dista bastante con la realidad que viven los afiliados a la Caja de Servicios Sociales con internación domiciliaria. 

El primer dato que llama la atención tiene que ver con al año de creación de la empresa y el año de contratación de la misma por parte de la Caja de Servicios Sociales. Promedic se funda a fines del año 2011 y a principios del 2012 se ve rápidamente beneficiada por un contrato con la obra social de los empleados públicos santacruceños para prestar el servicio de internación domiciliaria por un monto que se irá convirtiendo, con el paso del tiempo, bajo perfil y de manera poco clara, en un contrato millonario en perjuicio de los afiliados y de las arcas provinciales.

Internación domiciliaria es una prestación que no es monitoreada ni controlada, al menos no como se hace con las otras prestaciones que brinda la CSS. Tanto el sistema de salud provincial como la obra social estatal, son controlados a través del sistema diseñado para tal fin por la empresa TRADITUM, una empresa con años en el rubro y que no solo trabaja para obras sociales estatales o sistemas de salud provinciales, sino que también con prestadoras privadas de primer nivel. Que no supervise la internación domiciliaria de la CSS es una decisión política inexplicable o al menos poco clara. Sin un sistema de control y supervisión tampoco hay datos precisos, la indicación del médico prescribiendo la continuidad de la recuperación del paciente en su domicilio se incorpora al expediente de éste y de ahí en más entra en una nebulosa. Será por eso que quienes conocen el modus operandi de Promedic sabe que se generan infinidad de facturas por servicios que nadie audita ni en su calidad, y lo peor de todo, ni en su existencia.

También es inexplicable y poco claro que en más de diez años de “trabajo” con la CSS no ha habido competencia para PROMEDIC, ninguna otra empresa de Internación domiciliaria ha sido convocada a prestar el servicio. Al igual que con el control de calidad aquí también hay una excepción: en todos los otros servicios que la CSS presta a los afiliados hay más de un prestador, en la internación domiciliaria hay uno y es Promedic Hogar.

Lo que no se supervisa, ni se controla, ni está sometido a una competencia seguramente perderá calidad y parece que es lo que sucede con PROMEDIC Hogar. Los testimonios de “beneficiarios” recabados por este Portal de Noticias, son lapidarios a la hora de considerar la calidad del servicio. Difícilmente los visite un médico, y si lo hace, es por pocos minutos porque son muchos los pacientes y pocos los profesionales. Si hay algún problema serio será la ambulancia del hospital la que vendrá, porque él único vehículo con el que cuenta Promedic es una kangoo. Una sola kangoo para recorrer Río Gallegos y visitar a sus pacientes, evidentemente debe ser muy poco el tiempo el que le toca a cada uno de ellos, casi siempre son los familiares los que terminan haciendo el rentable trabajo de Promedic. 

También están disconformes los profesionales mal pagos que trabajan en la empresa, sus honorarios son paupérrimos. La empresa les indica hacer menos horas y atenciones de lo que la recomendación médica y el pago que hace la CCS, estipula para el paciente. En cuanto a los enfermeros, la empresa ha encontrado más económico contratar estudiantes de enfermería de la UNPA por un pago irrisorio por cada hora trabajada, los cuales no están habilitados a trabajar como enfermeros. De esa manera no solo se afecta a los pacientes sino también se expone a los propios alumnos contratados al delito de usurpación de título.

Promedic extiende su actividad para los afiliados a la Ciudad de Buenos Aires, donde utiliza un mono ambiente como “oficina” y centro de operaciones en la atención de aquellos afiliados que están en la Capital Federal.

La importancia de una correcta atención es fundamental para la salud de los afiliados, ya sea para la recuperación fuera de hospitales o clínicas de los pacientes, como así también para aquellos que tienen una problemática crónica y necesitan de manera permanente de la internación domiciliaria. Esto vuelve sumamente reprochable y jurídicamente cuestionable el accionar de esta empresa. 

Como beneficiario económico de este espurio negocio a costa de la salud de los afiliados de la CSS estaría el sobrino de un conocido operador en el sistema de salud de Santa Cruz, muy vinculado a la CSS en otros tiempos. Para hacer lo que hace cuenta con una red de protección política donde aparecen nombres de referentes de diferentes sectores del oficialismo actual.

Desde la Caja de Servicios Sociales, ya sea en las autoridades superiores o en las segundas líneas, se presume una vergonzosa connivencia con este accionar. También es inexplicable que los vocales electos por los afiliados activos y pasivos no han manifestado ninguna opinión sobre este tema ni ninguna acción concreta. 

Seguramente lo que hemos descrito en este breve artículo amerita una acción decidida y concreta no solo política y administrativa sino seguramente judicial de las próximas autoridades para diferenciarse delo hecho hasta ahora.